jueves, 1 de enero de 2015

NOTA A: LA TRAMPA INSTITUCIONALIZADA


NOTA A: LA TRAMPA INSTITUCIONALIZADA

La trampa institucionalizada.  – Por Guillermo R. Pinotti.

Un amigo me preguntó por qué los argentinos le buscamos la vuelta a la ley, a lo legal. Porqué el tramposo es un vivo y el justo es un gil. Y me complicó la vida. Me puso en un brete. Y más pienso y leo para responderle es peor. Más me confundo.
Porque para pensar en ley hay que pensar en legitimidad, representantes y representados. Y la historia según se la mire, más que aclarar, obnubila.



Hecha la ley, hecha la trampa. En Argentina se dice que para cada ley o norma existe un atajo o trampa. Siempre hay formas de sortear las leyes para los que buscan lo suficiente.
Buscando una hipotética explicación a esta arraigada forma de ser argentina, atrincherada en el inconsciente colectivo, me puse a bucear en algunos ejemplos históricos y recientes, para darle forma a esta “especie de mecanismo de defensa” de tener habilidad psíquica o intelectual de zafar frente a una injusticia o simplemente sacar ventajas tomando fuera de lo legal.

El inconsciente colectivo contiene la experiencia humana de generaciones anteriores, que según Carl Jung, reposa en elementos que llamó “arquetipos”. Estos tendrían “experiencias y mensajes” de la humanidad que antecedió. En los “arquetipos” se representan símbolos, como problemas a los que se enfrentaron generaciones anteriores. ¿Puede esta teoría explicar la idiosincrasia  ventajera y corrupta de los argentinos como una forma de atajo ante el poder desmedido, la búsqueda de bienestar en situaciones difíciles, o el escape de la frustración en situaciones no deseadas y oportunidades desiguales?

Fueron “gente importante y adinerada”, hacendados, representantes del clero y militares los convocados al cabildo abierto del 25 de Mayo de 1810 y los que formaron la “Primera Junta Patria”. La mazamorrera, la pastelera, el aguatero, el vendedor de velas, los mestizos y mulatos, esperaban en la plaza y caminaban por las calles soñando quien sabe cual fantasía. No cambiaron mucho las cosas, hay muchos parecidos a circunstancias actuales.

Y Mariano Moreno, el primer desaparecido, y su muerte dudosa en alta mar. Y la frase de Saavedra: “”Hacía falta tanta agua para apagar tanto fuego”. Dudas y más dudas y luchas por el poder.

Y las invasiones inglesas. Santiago Liniers – marino francés – que con sus fuerzas reconquistó Buenos Aires el 12 de agosto de 1806 haciendo capitular al gobernador inglés William Carr Beresford.  Pero siempre el poder y sus diferencias. El 26 de agosto de 1810, tres meses después de la instalación de la Primera Junta, los revolucionarios de Mayo tomaron una de las decisiones más difíciles que debieron enfrentar: el fusilamiento de Santiago de Liniers. Se trataba del héroe de la Reconquista, quien durante las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807 se había ganado el afecto de los habitantes de Buenos Aires, y se convirtió en el único virrey elegido localmente.
Y el Almirante Guillermo Brown – marino irlandés considerado el Padre de la armada argentina. Interrogantes que vienen y van. Y el sentido del espíritu de aquellos hombres cuando la argentinidad todavía era éter quien sabe en qué cielo.


Me estremeció recordar que con el arribo de San Martín y Alvear a Buenos Aires, en 1812, y la creación de la Logia Lautaro, se convirtieron en un obstáculo para el poder de Bernardino Rivadavia, al que se sumaría la palabra y la acción de Bernardo de Monteagudo desde de la Sociedad Patriótica, sumados a las sucesivas derrotas militares sufridas por los ejércitos patriotas, precipitaron los acontecimientos y provocaron la “revolución” del 8 de octubre de 1812, derrocando al Primer Triunvirato, considerado el primer golpe de estado de la historia argentina.
Navegan recuerdos de aquel temprano viaje de San Martín a Londres para entrevistarse con el prócer venezolano Francisco Miranda, fundador de la Logia Lautaro en 1797, que fue una organización latinoamericana conocida como la Gran Reunión Americana, Logia de los Caballeros Racionales o Logia Lautarina, y tuvo por finalidad lograr la revolución de la independencia de Hispanoamérica de la corona de España y, en base a los principios del liberalismo, establecer un sistema de gobierno republicano . Y los interrogantes cuando, luego del cruce de los Andes e independizarnos de España, posteriormente, comerciamos cerca de cien años con los ingleses que se llevaron todas las materias primas en las vías de ferrocarril que construyeron hasta el puerto de Buenos Aires. Si, los ingleses, los que espantamos con agua hirviendo y aceite caliente en las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807.

¿El fin justifica los medios? Me enseñaron que no. Que la paz, que la igualdad, que la armonía. Representatividad, legitimidad, verdad, razones, mayorías y minorías, debates, consensos y conclusiones.

Esas cosas que a uno se le cruzan. Y los Unitarios y los Federales. Fusilamientos y más fusilamientos. La muerte de Dorrego en manos del Gral. Lavalle

Y Juan Manuel de Rosas, el cepo y “La Mazorca”. Y los representantes de derechos humanos que no apuntan esto en sus libros de historia.
El 7 de marzo de 1835, después de un período en el que se sucedieron como gobernadores de Buenos Aires Juan Ramón Balcarce, Juan José Viamonte y Manuel Vicente Maza, y tras negarse en varias oportunidades, Juan Manuel de Rosas aceptaba el cargo como gobernador y capitán general concedido por la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, con la suma del poder público, no obstante de que en principio tenía un límite de cinco años. Esta medida fue ratificada por un plebiscito popular urbano y comenzaba así su segundo mandato, que duraría 17 años.
La suma del poder público significaba conferirle a Rosas los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Camila O’Gorman (Buenos Aires, 1825 –,18 de agosto de 1848) fue una joven argentina, de una familia aristócrata (por la línea paterna era nieta de la también célebre “Perichona” – Madame Perichon), que protagonizó una trágica historia de amor durante el segundo gobierno de Juan Manuel de Rosas. Enamorada del sacerdote de su parroquia, el tucumano Ladislao Gutiérrez, huyó con él, el 12 de diciembre de 1847 para refugiarse en la provincia de Corrientes. Su ejecución durante las últimas etapas del embarazo ( 8 meses) produjo un escándalo internacional que contribuyó a la caída política de Juan Manuel de Rosas. Fue la primer mujer fusilada conocida en argentina.

Si bien se le reconoce a Rosas su acción en la Batalla de la Vuelta de Obligado expulsando a las fuerzas anglo – francesas, mueve curiosidad, conociendo el perfil e idiosincrasia de los ingleses, que el “El restaurador de las leyes”, se exilie y termine sus días en Inglaterra. Juan Manuel de Rosas en Inglaterra, se aloja en Cevevnport, en el “Mooseehed´s Royasl Hotel”, en Devenport. De allí pasa a Southampton, al oeste de Londres, donde se aloja en el “Windsor Hotel”.
Luego alquila una casa en Rockstone Place en Carlton Crescent.

También concurre al Pub Red Lion (55 High Street). Desde aquí escribe Rosas a Josefa Gómez para que viaje a Inglaterra, viaje al que josefa se niega a realizar y Rosas se le recriminará con nostalgia durante su exilio.

Domingo Faustino Sarmiento y su “Civilización o barbarie”. El Gral. Roca y la “Campaña del desierto. La repartija de tierras entre “amigos” y gente “acomodada” .Ciertamente, luego de la conquista del desierto y el genocidio indígena, se distribuyeron tierras  al azar entre influyentes cercanos al gobierno de entonces. Hoy no hay tierras para distribuir, pero se reparten cargos, grandes negocios, influencias.

 ¿El fin justifica los medios? Me enseñaron que no. Que la paz, que la igualdad, que la armonía. Representatividad, legitimidad, verdad, razones, mayorías y minorías, debates, consensos y conclusiones.

LA LITERATURA, LAS VENTAJAS Y EL ACOMODO:

VIEJO VIZCACHA

“Hacete amigo del Juez
- No le dés de qué quejarse;-
y cuando quiera enojarse
vos te debés encojer,
pues siempre es güeno tener
palenque ande ir a rascarse”.

 Y los golpes de estado, cada uno en sus circunstancias y con sus intereses. Y los dichos y refranes: « Haz lo que yo diga perono lo que yo haga”, “Hierba mala nunca muere », “Roban pero dan”, “Gato por liebre”, “Hecha la ley, hecha la trampa”.

  La legitimidad, representatividad, verdad, justicia, razones, debates, consensos, mayorías y minorías, conclusiones… todo es un vaivén difuso, donde la igualdad de oportunidades, el derecho al conocimiento para poder optar o elegir y el derecho a ser elegido, son argumentos que viven en los discursos pero se reflejan muy poco en los hechos.

MARTÍN FIERRO
Muchas cosas pierde el hombre
Que a veces las vuelve a hallar-
Pero les debo enseñar
Y es bueno que lo recuerden-
Si la vergüenza se pierde
Jamás se vuelve a encontrar.

LA POESÍA, EL TANGO Y LA FALTA DE VALORES Y LIMITES:

CAMBALACHE

Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio, chorro,
generoso o estafador…
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
Lo mismo un burro
que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón,
los ignorantes nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón.

 La trampa se popularizó también en el fútbol. El equipo campeón de Estudiantes de la Plata, era famoso por sus mañas para sacar ventajas extradeportivas. Se recuerdan los “alfileres de Bilardo” como anécdota más curiosa. El mismo, siendo técnico de la selección argentina de fútbol, participó poniendo sedantes al agua del bidón que le alcanzaba a los futbolistas contrarios. Diego Maradona ratificó  que desde el banquillo de la selección argentina dieron agua con un somnífero al defensa Branco durante el partido de octavos de final del Mundial de Italia 90 entre el equipo albiceleste y Brasil. “Branco no me saludó más” después de haber tomado de ese recipiente, dijo Maradona en el programa de televisión “Mar de Fondo”, del canal de cable TyC Sports, de Buenos Aires.
Maradona había relatado el hecho (tras el cual Branco quedó obnubilado) el 16 de diciembre de 2004 en el mismo programa, razón por la cual en Brasil reclamaron una sanción para Carlos Bilardo, seleccionador de Argentina en aquel Mundial, en el que su equipo superó a Brasil por 1-0. Bilardo comentó tras las primeras declaraciones de Maradona que “algo ocurrió” durante ese partido, pero que él era ajeno al hecho.
Otro caso famoso fue “la mano de dios” con el gol de Maradona a los ingleses.

Actualmente es común:

-          Colgarse del cable
-          Ocupar una casa ajena
-          Colgarse de la luz
-          Conseguir trabajo por acomodo político a nivel público
-          Robar o destruir boletas durante un acto eleccionario
-          Robar una urna
-          Instrumentar mentiras deliberadamente para perjudicar a terceros
-          Ponerle la bolsa de residuos al vecino
-          No pagar boletos de trenes, subtes u otro medio público (histórico).


MARTÍN FIERRO

Procuren de no perder
ni el tiempo ni la vergüenza-
como todo hombre que piensa
proceder siempre con juicio-
y sepan que ningún vicio
acaba donde comienza.

Demasiados datos y cuántos faltan. Pero suficientes ejemplos para que muchas preguntas surjan, algunas con respuestas y otras para que la duda se convierta en beneficio y que cada uno desde su subjetividad busque conclusiones que sirvan para un cambio necesario.

Desde la política y el poder, dada la naturaleza ilegal de los hechos es difícil medir el costo o daño de la corrupción. Tema fundamental en el futuro de las democracias. Entre las principales causas de corrupción se encuentran:
-          Malversación de fondos públicos a través de contrataciones irregulares de proveedores.
-          Vaciamiento de bancos o préstamos estatales a empresas privadas sin posibilidad de recupero.
-          Denuncias por contrabando evadiendo el fisco.
-          Evasión tributaria e impositiva – no pago de impuestos a las ganancias y de aportes jubilatorios.
-          De algunos casos investigados por la Justicia, puede extraerse una aproximación a los elevados sobreprecios pagados en contrataciones públicas, vinculados a hechos de corrupción pública.

La concepción de que una enorme masa de recursos se pierden no solo en manos de funcionarios, sino también de civiles y empresas privadas que actúan en complicidad con los primeros para obtener beneficios, a costa del conjunto de la sociedad, es una estimación comprobada.

La forma de ser del argentino, su idiosincrasia y, quizás a lo largo del tiempo un símil del incosciente colectivo descripto por Carl Gustav Jung, impregnó con el perfil de la trampa y la mentira nuestra indentidad.
En todas las formas de democracia posibles, se pueden tener todas las condiciones y elementos posibles. Pero es imposible construirla sin honestidad. Porque la honestidad es la sal de la democracia, sin la cual se desvirtúa todo concepto de igualdad, de libertad y de justicia.


Guillermo R. Pinotti – Argentina – Pcia. de Bs. As.


LA TRAMPA INSTITUCIONALIZADA (SEGUNDA PARTE)  – O LA COSTUMBRE SE SER VIVOS - Por Guillermo R. Pinotti.


Sigo preguntándome por qué en  Argentina el tramposo es un vivo y el justo es un gil. Un país donde la capacidad, la inteligencia, la formación profesional y experiencia no alcanzan: sobre todas las cosas hay que ser “vivo”. Y en estas circunstancias la mentira se incorpora como una herramienta  estructural que algunos llaman “cintura política”.
Así, a través del tiempo, se ha arraigado en el pensamiento social del pueblo: “si no sos vivo no llegas a nada”. Y así estamos.
Lo peor es que ni el paso de los años ni la experiencia pueden con esto. Y corrupción es el tema principal de las democracias en el futuro. Ya a mediados del siglo pasado sociólogos, psicólogos, filósofos y distintos pensadores como Agustín Álvarez, Roberto Arlt y Julio Mafud - entre otros, trataron de describir y analizar característica de la “viveza del argentino”. Pero todavía, mediando el dos mil catorce, parece que no es tan sencillo encontrarle solución.
Mafud consideraba que “la política es el campo más favorable para la viveza criolla… siempre tiene la intención o propósito de aventajar o sobrar a los otros”, y no se equivocó de acuerdo a la historia vivida.
El efecto social de esta “viveza”, aplicado a la política, ha sido y es devastador. En individuos con este perfil, la “viveza” es una necesidad psicológica para probar a cada momento su personalidad sobre los otros y sobre sí mismo. Hay una psicología y una sociología de la viveza. Los efectos sociales habitan cualquier campo o núcleo de la sociedad.

La “viveza” y el “acomodo”, forman parte de todos los niveles sociales, tanto en el accionar de “punteros”, “barrabravas”, “militantes rentados” y todo tipo de “becados políticos” muchos de los cuales forman parte de los conocidos “ñoquis”. Y los realmente carenciados, prisioneros en un sistema asistencialista que no les permite igualdad de oportunidades desde siempre, no tienen otra alternativa que pactar muchas veces en estas condiciones.

La “viveza” es de efectos más peligrosos si la realizan instituciones u organismos en medios colectivos: la política, el comercio, la propaganda donde se destacan los núcleos que tratan de imponer sus intereses y privilegios.
El estado en este sentido, hace una profesión de la “viveza”. El estado Argentino hace viveza criolla cuando trampolina a su favor todos los juicios en su contra. La frase popular lo dice sencillamente:
“¿Quién le gana un juicio al Estado?”. La contestación amistosa en estos casos siempre es previsora: “¡Vamos, no seas gil, no te metás!”.
O tal vez en otro tono: “¡Tratá de buscar un buen amigo!”. Las instituciones sociales con su propaganda hacen lo mismo con alguna variante. Lisa y llanamente hacen pasar lo falso por lo auténtico.

La política es el campo más propicio para la “viveza criolla”. El político se arroja más vertiginosamente por el camino del acomodo, del amigo o de “la trenza”, que por el de la inteligencia, de la capacidad o el conocimiento.
Los organismos y las instituciones que aplican la “viveza criolla”, son incapaces de comprender los valores esenciales del vivir social y son negadores de todo esfuerzo comunitario o de cooperación. Lo violentamente negativo es que el organismo o la institución necesitan siempre del público, del pueblo.
En esto el proceso social de la viveza   es invariable: para el vivo o los vivos (sean hombres o institución, Estado u organismo), el mundo está habitado por una larga fila de víctimas, “puntos” o “giles” que pueden ser explotados o trampeados con facilidad por sus “vivezas”.

Un organismo o una institución que “adapta” la viveza criolla en sus actitudes y en sus acciones es una máquina de defraudación para el público. El núcleo central erróneo de la viveza criolla reside en que cada institución, igual que cada individuo, pretende ser lo que no es y por sus efectos y consecuencias resulta una máquina de valores falsos que desquician el vivir de la sociedad.

Los valores genuinos o auténticos – en los cuales nadie cree – se desvanecen al contacto con la realidad. De ahí que la viveza, desde el punto de vista social siempre es sinónimo de engaño. E incluso como sinónimo de robo.
Hecha la ley, hecha la trampa. En Argentina se dice que para cada ley o norma existe un atajo o trampa. Siempre hay formas de sortear las leyes para los que buscan lo suficiente.

J.Ortega y Gasset opinó con certeza que “Si se quiere penetrar en los secretos de un país, conviene fijarse en las palabras de su idioma que no se pueden traducir, sobre todo cuando significan modos de ser”.
No se trata de decir que en la vida son todos vivos o zonzos. Pero sí que el que usurpa o “cacha”, en el momento que lo realiza se siente “vivo” frente al que es usurpado o “cachado”.
Es decir, “los sobra en viveza”.
Esta frase sirve para valorar un aspecto esencial de la vida argentina de ayer y de hoy: El vivo es bien visto por el consenso general. Y hasta admirado. En cambio es visualizado como tonto, idiota o tarado, en el sentido clínico de la palabra, el hombre que no aprovecha la oportunidad o la ocasión para sacar provecho – sacar ventaja.

Esta particularidad ha provocado en el vocabulario argentino un perfil que fija algunos rasgos en el inconsciente colectivo: La Argentina es el país que más sinónimos tiene de los vocablos vivo y zonzo con sus variaciones. Comparado con nuestro léxico, el Diccionario de la Academia queda esquematizado y limitado.

Se puede registrar esta cantidad de vocablos que no se agota en su enumeración y tampoco quiere ser definitiva.

A vivo corresponde:

-             Vivanco
-             Pierna
-             Madrugador
-             Buitre
-             Entrador
-             Rompedor
-             Sobrador
-             Caradura
-             Piola
-             Cararrota
-             Pirata
-             Mandarina
-             Banana
-             Rana
-             Canchero
-             Púa
-             Cargador
-             Avivato
-             Vantajita
-             Cachador

A zonzo corresponde:

-             Punto
-             Croto
-             Gil
-             Bolsón
-             Estúpido
-             Imbécil
-             Tarúpido
-             Tarado
-             Tara
-             Caído del catre
-             Pescado
-             Papa frita
-             Pavo
-             Pavote
-             Gilastro
-             Gilastrún
-             Grasa
-             Otario
-             Animal
-             Bestia
-             Infelíz
-             Desgraciado
-             Poligriyo
-             Pipiolo
-             Chuchi
-             Cartonazo
-             Opa
-             Chambón
-             Chaucha
-             Pastenaca
-             Melón
-             Melonazo
-             Muerto de frío
-             Salame
-             Pajarón
-             Chorlito
-             Zapallo
-             Boludo
-             Pelotudo
-             Chichipio
-             Abombado
-             Chitrulo
-             Chabón
-             Abribocas
-             Papanatas
-             Zanahoria

Varios derivados de viveza son también las frases:

-             “A ver si te avivás”
-             “Se anda avivando”
-             “Está hecho un vivo”

De esta actitud surge una nueva escala de valores que tiene como eje central  “la viveza criolla”.
A través de la “viveza criolla” se van fundando otros valores menores que se nutren y se vitalizan del valor absoluto o valor eje.
 Esta nueva escala de valores domina casi en absoluto  toda la sociedad argentina. La define. Es la medida para clasificar los hombres y las cosas. Estructura la sociedad política y social.

El ideal del hombre argentino de hoy, y sobre todo del joven, es único e inconfundible: Ser vivo.

-             “Madrugar antes que te madruguen”

Desde la casa se le susurra:

“¡No seas tonto!”, “¡Avivate!”

Casi no tiene otra alternativa que vivir dentro de la moral en boga con sus principios inamovibles:

-             “Total, si no robo yo, robará otro”
-             “Roban pero dan”


El mejor modo de radiografiar al vivo es ubicarlo en la conveniencia social. Porque allí es donde se juega en su totalidad. Para ser lo que es. La conveniencia social permite trascenderlo de afuera adentro. De la piel hacia el alma. Su nombre lo define con mucha exactitud. El “ser vivo” indica algo así como vivir dos veces el acto o el gesto que se expresa. Es decir “los sobra”. El vocablo “vivo” no tiene aquí ninguna relación con pícaro. Ni tampoco con listo. Estos están ajustados dentro de la moral. Por el contrario el vivo es un inmoral.  Por eso siempre oculta o desdibuja su acción. Aquí nos importa el vivo por dentro para ver qué resortes lo mueven y lo tironean.
Él siempre llevará su alma taponada para que no se vean sus propósitos secretos. Actuará siempre detrás de su caparazón social. El vivo pertenece a un tipo social que habita todas las categorías sociales. Vivo suele ser el funcionario, el político o un simple ciudadano. En la jerarquía económica la viveza da dividendos. En la política, privilegio y acomodo.


Cada vez que el vivo relata o dice algo, sus expresiones verbales tienen como tema la afirmación de sí mismo. Su vocabulario ha creado un dialecto cuyo léxico desborda en superioridad:

-             “Te lo digo yo”
-             “Pero pibe, me lo vas a decir a mí”
-             “Este país solo nosotros lo podemos gobernar”
-             “Para hablar conmigo primero que vaya a estudiar un poco”
-             “Si te lo digo yo es así”
-             “Si yo te lo digo, ponéle la firma”
-             “Lo que dicen los demás son todas mentiras”

El “vivo” es un ser ficticio que escapa a lo real y natural.  Toda circunstancia exterior, gente, hecho o conducta que ponga en duda su persona provocará una violenta reacción en su interior. Se irrita.
El “vivo” finge su capacidad y competencia como un estímulo para elevar su tono psicológico disminuido. Necesita un acto, un gesto, “una expresión de viveza” para conservar su autoestima.

Sus terminologías abundan en alusiones que reflejan esto:

-             “A mí nadie me gana de mano”
-             “A mí, cancha es lo que me sobra”

En sus escaramuzas verbales atribuye al adversario una inferioridad imaginaria, que con términos peyorativos trata de reservarse su “superioridad”.

-             “A mí nadie me pone la tapa”
-             “Hay que avivarse antes que te ganen de mano”

La superioridad no reside en el vivo en la capacidad natural, sino en “la viveza”. La “viveza” da carta de ciudadanía y legaliza lo que venga.

-             “Yo puedo ser tu padre”
-             “Pobre de vos pibe”
-             “Aquí gobernamos siempre nosotros”
-             “A mí nadie me va a madrugar”

El “vivo”, no obstante, está siempre a la defensiva, temeroso de trastabillar y ser desenmascarado. Por eso en su conducta social es desconfiado. Su figura y expresiones están finamente estudiadas con ademán defensivo. Los culpables del mal son los demás.
El gran mal de un pueblo es cuando sus gobernantes sustituyen los valores éticos reales por su “viveza”. Aunque parezca increíble. Moral por viveza. La desconfianza, la indiferencia y el  escepticismo argentino, le deben mucho a esta “forma de ser”.  Un Estado gobernado generalmente por “vivos” que se ha comportado como un padre prostituido, que exige moralidad y respeto a sus hijos.
Empecemos de nuevo, con la experiencia y conceptos dignos de pensadores que nos antecedieron, y cuando volvamos a votar que sea por la capacidad y honestidad… y no para “pasarnos de vivos”.

Guillermo R. Pinotti


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