NOTA A: LA TRAMPA INSTITUCIONALIZADA
La trampa
institucionalizada. – Por Guillermo R.
Pinotti.
Un amigo me preguntó
por qué los argentinos le buscamos la vuelta a la ley, a lo legal. Porqué el
tramposo es un vivo y el justo es un gil. Y me complicó la vida. Me puso en un
brete. Y más pienso y leo para responderle es peor. Más me confundo.
Porque para pensar
en ley hay que pensar en legitimidad, representantes y representados. Y la
historia según se la mire, más que aclarar, obnubila.
Hecha la ley, hecha
la trampa. En Argentina se dice que para cada ley o norma existe un atajo o
trampa. Siempre hay formas de sortear las leyes para los que buscan lo
suficiente.
Buscando una
hipotética explicación a esta arraigada forma de ser argentina, atrincherada en
el inconsciente colectivo, me puse a bucear en algunos ejemplos históricos y
recientes, para darle forma a esta “especie de mecanismo de defensa” de tener
habilidad psíquica o intelectual de zafar frente a una injusticia o simplemente
sacar ventajas tomando fuera de lo legal.
El inconsciente
colectivo contiene la experiencia humana de generaciones anteriores, que según
Carl Jung, reposa en elementos que llamó “arquetipos”. Estos tendrían
“experiencias y mensajes” de la humanidad que antecedió. En los “arquetipos” se
representan símbolos, como problemas a los que se enfrentaron generaciones
anteriores. ¿Puede esta teoría explicar la idiosincrasia ventajera y corrupta de los argentinos como
una forma de atajo ante el poder desmedido, la búsqueda de bienestar en
situaciones difíciles, o el escape de la frustración en situaciones no deseadas
y oportunidades desiguales?
Fueron “gente
importante y adinerada”, hacendados, representantes del clero y militares los
convocados al cabildo abierto del 25 de Mayo de 1810 y los que formaron la
“Primera Junta Patria”. La mazamorrera, la pastelera, el aguatero, el vendedor
de velas, los mestizos y mulatos, esperaban en la plaza y caminaban por las
calles soñando quien sabe cual fantasía. No cambiaron mucho las cosas, hay
muchos parecidos a circunstancias actuales.
Y Mariano Moreno, el
primer desaparecido, y su muerte dudosa en alta mar. Y la frase de Saavedra:
“”Hacía falta tanta agua para apagar tanto fuego”. Dudas y más dudas y luchas
por el poder.
Y las invasiones
inglesas. Santiago Liniers – marino francés – que con sus fuerzas reconquistó
Buenos Aires el 12 de agosto de 1806 haciendo capitular al gobernador inglés
William Carr Beresford. Pero siempre el
poder y sus diferencias. El 26 de agosto de 1810, tres meses después de la
instalación de la Primera Junta, los revolucionarios de Mayo tomaron una de las
decisiones más difíciles que debieron enfrentar: el fusilamiento de Santiago de
Liniers. Se trataba del héroe de la Reconquista, quien durante las Invasiones
Inglesas de 1806 y 1807 se había ganado el afecto de los habitantes de Buenos
Aires, y se convirtió en el único virrey elegido localmente.
Y el Almirante
Guillermo Brown – marino irlandés considerado el Padre de la armada argentina.
Interrogantes que vienen y van. Y el sentido del espíritu de aquellos hombres
cuando la argentinidad todavía era éter quien sabe en qué cielo.
Me estremeció
recordar que con el arribo de San Martín y Alvear a Buenos Aires, en 1812, y la
creación de la Logia Lautaro, se convirtieron en un obstáculo para el poder de
Bernardino Rivadavia, al que se sumaría la palabra y la acción de Bernardo de
Monteagudo desde de la Sociedad Patriótica, sumados a las sucesivas derrotas
militares sufridas por los ejércitos patriotas, precipitaron los
acontecimientos y provocaron la “revolución” del 8 de octubre de 1812,
derrocando al Primer Triunvirato, considerado el primer golpe de estado de la
historia argentina.
Navegan recuerdos de
aquel temprano viaje de San Martín a Londres para entrevistarse con el prócer
venezolano Francisco Miranda, fundador de la Logia Lautaro en 1797, que fue una
organización latinoamericana conocida como la Gran Reunión Americana, Logia de
los Caballeros Racionales o Logia Lautarina, y tuvo por finalidad lograr la
revolución de la independencia de Hispanoamérica de la corona de España y, en
base a los principios del liberalismo, establecer un sistema de gobierno
republicano . Y los interrogantes cuando, luego del cruce de los Andes e
independizarnos de España, posteriormente, comerciamos cerca de cien años con
los ingleses que se llevaron todas las materias primas en las vías de
ferrocarril que construyeron hasta el puerto de Buenos Aires. Si, los ingleses,
los que espantamos con agua hirviendo y aceite caliente en las Invasiones
Inglesas de 1806 y 1807.
¿El fin justifica
los medios? Me enseñaron que no. Que la paz, que la igualdad, que la armonía.
Representatividad, legitimidad, verdad, razones, mayorías y minorías, debates,
consensos y conclusiones.
Esas cosas que a uno
se le cruzan. Y los Unitarios y los Federales. Fusilamientos y más
fusilamientos. La muerte de Dorrego en manos del Gral. Lavalle
Y Juan Manuel de
Rosas, el cepo y “La Mazorca”. Y los representantes de derechos humanos que no
apuntan esto en sus libros de historia.
El 7 de marzo de
1835, después de un período en el que se sucedieron como gobernadores de Buenos
Aires Juan Ramón Balcarce, Juan José Viamonte y Manuel Vicente Maza, y tras
negarse en varias oportunidades, Juan Manuel de Rosas aceptaba el cargo como
gobernador y capitán general concedido por la Legislatura de la provincia de
Buenos Aires, con la suma del poder público, no obstante de que en principio
tenía un límite de cinco años. Esta medida fue ratificada por un plebiscito
popular urbano y comenzaba así su segundo mandato, que duraría 17 años.
La suma del poder
público significaba conferirle a Rosas los tres poderes del Estado: Ejecutivo,
Legislativo y Judicial.
Camila O’Gorman
(Buenos Aires, 1825 –,18 de agosto de 1848) fue una joven argentina, de una
familia aristócrata (por la línea paterna era nieta de la también célebre
“Perichona” – Madame Perichon), que protagonizó una trágica historia de amor
durante el segundo gobierno de Juan Manuel de Rosas. Enamorada del sacerdote de
su parroquia, el tucumano Ladislao Gutiérrez, huyó con él, el 12 de diciembre
de 1847 para refugiarse en la provincia de Corrientes. Su ejecución durante las
últimas etapas del embarazo ( 8 meses) produjo un escándalo internacional que
contribuyó a la caída política de Juan Manuel de Rosas. Fue la primer mujer
fusilada conocida en argentina.
Si bien se le
reconoce a Rosas su acción en la Batalla de la Vuelta de Obligado expulsando a
las fuerzas anglo – francesas, mueve curiosidad, conociendo el perfil e
idiosincrasia de los ingleses, que el “El restaurador de las leyes”, se exilie
y termine sus días en Inglaterra. Juan Manuel de Rosas en Inglaterra, se aloja
en Cevevnport, en el “Mooseehed´s Royasl Hotel”, en Devenport. De allí pasa a
Southampton, al oeste de Londres, donde se aloja en el “Windsor Hotel”.
Luego alquila una
casa en Rockstone Place en Carlton Crescent.
También concurre al
Pub Red Lion (55 High Street). Desde aquí escribe Rosas a Josefa Gómez para que
viaje a Inglaterra, viaje al que josefa se niega a realizar y Rosas se le
recriminará con nostalgia durante su exilio.
Domingo Faustino
Sarmiento y su “Civilización o barbarie”. El Gral. Roca y la “Campaña del
desierto. La repartija de tierras entre “amigos” y gente “acomodada”
.Ciertamente, luego de la conquista del desierto y el genocidio indígena, se
distribuyeron tierras al azar entre
influyentes cercanos al gobierno de entonces. Hoy no hay tierras para
distribuir, pero se reparten cargos, grandes negocios, influencias.
¿El fin justifica los medios? Me enseñaron que
no. Que la paz, que la igualdad, que la armonía. Representatividad,
legitimidad, verdad, razones, mayorías y minorías, debates, consensos y
conclusiones.
LA LITERATURA, LAS
VENTAJAS Y EL ACOMODO:
VIEJO VIZCACHA
“Hacete amigo del
Juez
- No le dés de qué
quejarse;-
y cuando quiera
enojarse
vos te debés
encojer,
pues siempre es
güeno tener
palenque ande ir a
rascarse”.
Y los golpes de estado, cada uno en sus
circunstancias y con sus intereses. Y los dichos y refranes: « Haz lo que yo
diga perono lo que yo haga”, “Hierba mala nunca muere », “Roban pero dan”,
“Gato por liebre”, “Hecha la ley, hecha la trampa”.
La legitimidad, representatividad, verdad,
justicia, razones, debates, consensos, mayorías y minorías, conclusiones… todo
es un vaivén difuso, donde la igualdad de oportunidades, el derecho al
conocimiento para poder optar o elegir y el derecho a ser elegido, son
argumentos que viven en los discursos pero se reflejan muy poco en los hechos.
MARTÍN FIERRO
Muchas cosas pierde
el hombre
Que a veces las
vuelve a hallar-
Pero les debo
enseñar
Y es bueno que lo
recuerden-
Si la vergüenza se
pierde
Jamás se vuelve a
encontrar.
LA POESÍA, EL TANGO
Y LA FALTA DE VALORES Y LIMITES:
CAMBALACHE
Hoy resulta que es
lo mismo
ser derecho que
traidor,
ignorante, sabio,
chorro,
generoso o
estafador…
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
Lo mismo un burro
que un gran
profesor.
No hay aplazaos ni
escalafón,
los ignorantes nos
han igualao.
Si uno vive en la
impostura
y otro roba en su
ambición,
da lo mismo que sea
cura,
colchonero, Rey de
Bastos,
caradura o polizón.
La trampa se popularizó también en el fútbol.
El equipo campeón de Estudiantes de la Plata, era famoso por sus mañas para
sacar ventajas extradeportivas. Se recuerdan los “alfileres de Bilardo” como
anécdota más curiosa. El mismo, siendo técnico de la selección argentina de
fútbol, participó poniendo sedantes al agua del bidón que le alcanzaba a los
futbolistas contrarios. Diego Maradona ratificó
que desde el banquillo de la selección argentina dieron agua con un
somnífero al defensa Branco durante el partido de octavos de final del Mundial
de Italia 90 entre el equipo albiceleste y Brasil. “Branco no me saludó más”
después de haber tomado de ese recipiente, dijo Maradona en el programa de
televisión “Mar de Fondo”, del canal de cable TyC Sports, de Buenos Aires.
Maradona había
relatado el hecho (tras el cual Branco quedó obnubilado) el 16 de diciembre de
2004 en el mismo programa, razón por la cual en Brasil reclamaron una sanción
para Carlos Bilardo, seleccionador de Argentina en aquel Mundial, en el que su
equipo superó a Brasil por 1-0. Bilardo comentó tras las primeras declaraciones
de Maradona que “algo ocurrió” durante ese partido, pero que él era ajeno al
hecho.
Otro caso famoso fue
“la mano de dios” con el gol de Maradona a los ingleses.
Actualmente es
común:
- Colgarse del cable
- Ocupar una casa ajena
- Colgarse de la luz
- Conseguir trabajo por acomodo
político a nivel público
- Robar o destruir boletas durante un acto
eleccionario
- Robar una urna
- Instrumentar mentiras deliberadamente
para perjudicar a terceros
- Ponerle la bolsa de residuos al
vecino
- No pagar boletos de trenes, subtes u
otro medio público (histórico).
MARTÍN FIERRO
Procuren de no
perder
ni el tiempo ni la
vergüenza-
como todo hombre que
piensa
proceder siempre con
juicio-
y sepan que ningún
vicio
acaba donde
comienza.
Demasiados datos y
cuántos faltan. Pero suficientes ejemplos para que muchas preguntas surjan,
algunas con respuestas y otras para que la duda se convierta en beneficio y que
cada uno desde su subjetividad busque conclusiones que sirvan para un cambio
necesario.
Desde la política y
el poder, dada la naturaleza ilegal de los hechos es difícil medir el costo o
daño de la corrupción. Tema fundamental en el futuro de las democracias. Entre
las principales causas de corrupción se encuentran:
- Malversación de fondos públicos a
través de contrataciones irregulares de proveedores.
- Vaciamiento de bancos o préstamos
estatales a empresas privadas sin posibilidad de recupero.
- Denuncias por contrabando evadiendo
el fisco.
- Evasión tributaria e impositiva – no
pago de impuestos a las ganancias y de aportes jubilatorios.
- De algunos casos investigados por la
Justicia, puede extraerse una aproximación a los elevados sobreprecios pagados
en contrataciones públicas, vinculados a hechos de corrupción pública.
La concepción de que
una enorme masa de recursos se pierden no solo en manos de funcionarios, sino
también de civiles y empresas privadas que actúan en complicidad con los
primeros para obtener beneficios, a costa del conjunto de la sociedad, es una
estimación comprobada.
La forma de ser del
argentino, su idiosincrasia y, quizás a lo largo del tiempo un símil del
incosciente colectivo descripto por Carl Gustav Jung, impregnó con el perfil de
la trampa y la mentira nuestra indentidad.
En todas las formas
de democracia posibles, se pueden tener todas las condiciones y elementos
posibles. Pero es imposible construirla sin honestidad. Porque la honestidad es
la sal de la democracia, sin la cual se desvirtúa todo concepto de igualdad, de
libertad y de justicia.
Guillermo R. Pinotti
– Argentina – Pcia. de Bs. As.
LA TRAMPA INSTITUCIONALIZADA (SEGUNDA PARTE) – O LA COSTUMBRE SE SER VIVOS - Por
Guillermo R. Pinotti.
Sigo preguntándome por qué
en Argentina el tramposo es un vivo y el
justo es un gil. Un país donde la capacidad, la inteligencia, la formación
profesional y experiencia no alcanzan: sobre todas las cosas hay que ser
“vivo”. Y en estas circunstancias la mentira se incorpora como una
herramienta estructural que algunos
llaman “cintura política”.
Así, a través del tiempo, se ha
arraigado en el pensamiento social del pueblo: “si no sos vivo no llegas a nada”. Y así estamos.
Lo peor es que ni el paso de los
años ni la experiencia pueden con esto. Y corrupción es el tema principal de
las democracias en el futuro. Ya a mediados del siglo pasado sociólogos, psicólogos,
filósofos y distintos pensadores como Agustín Álvarez, Roberto Arlt y Julio
Mafud - entre otros, trataron de describir y analizar característica de la “viveza del argentino”. Pero todavía,
mediando el dos mil catorce, parece que no es tan sencillo encontrarle
solución.
Mafud consideraba que “la
política es el campo más favorable para la viveza
criolla… siempre tiene la intención o propósito de aventajar o sobrar a los
otros”, y no se equivocó de acuerdo a la historia vivida.
El efecto social de esta “viveza”,
aplicado a la política, ha sido y es devastador. En individuos con este perfil,
la “viveza” es una necesidad psicológica para probar a cada momento su
personalidad sobre los otros y sobre sí mismo. Hay una psicología y una
sociología de la viveza. Los efectos sociales habitan cualquier campo o núcleo
de la sociedad.
La “viveza” y el “acomodo”,
forman parte de todos los niveles sociales, tanto en el accionar de “punteros”,
“barrabravas”, “militantes rentados” y todo tipo de “becados políticos” muchos
de los cuales forman parte de los conocidos “ñoquis”. Y los realmente
carenciados, prisioneros en un sistema asistencialista que no les permite
igualdad de oportunidades desde siempre, no tienen otra alternativa que pactar
muchas veces en estas condiciones.
La “viveza” es de efectos más
peligrosos si la realizan instituciones u organismos en medios colectivos: la
política, el comercio, la propaganda donde se destacan los núcleos que tratan
de imponer sus intereses y privilegios.
El estado en este sentido, hace
una profesión de la “viveza”. El estado Argentino hace viveza criolla cuando
trampolina a su favor todos los juicios en su contra. La frase popular lo dice
sencillamente:
“¿Quién le gana un juicio al
Estado?”. La contestación amistosa en estos casos siempre es previsora:
“¡Vamos, no seas gil, no te metás!”.
O tal vez en otro tono: “¡Tratá
de buscar un buen amigo!”. Las instituciones sociales con su propaganda hacen
lo mismo con alguna variante. Lisa y llanamente hacen pasar lo falso por lo
auténtico.
La política es el campo más
propicio para la “viveza criolla”. El político se arroja más vertiginosamente
por el camino del acomodo, del amigo o de “la trenza”, que por el de la
inteligencia, de la capacidad o el conocimiento.
Los organismos y las
instituciones que aplican la “viveza criolla”, son incapaces de comprender los
valores esenciales del vivir social y son negadores de todo esfuerzo
comunitario o de cooperación. Lo violentamente negativo es que el organismo o
la institución necesitan siempre del público, del pueblo.
En esto el proceso social de la
viveza es invariable: para el vivo o
los vivos (sean hombres o institución, Estado u organismo), el mundo está
habitado por una larga fila de víctimas, “puntos” o “giles” que pueden ser
explotados o trampeados con facilidad por sus “vivezas”.
Un organismo o una institución
que “adapta” la viveza criolla en sus actitudes y en sus acciones es una
máquina de defraudación para el público. El núcleo central erróneo de la viveza
criolla reside en que cada institución, igual que cada individuo, pretende ser
lo que no es y por sus efectos y consecuencias resulta una máquina de valores
falsos que desquician el vivir de la sociedad.
Los valores genuinos o auténticos
– en los cuales nadie cree – se desvanecen al contacto con la realidad. De ahí
que la viveza, desde el punto de vista social siempre es sinónimo de engaño. E
incluso como sinónimo de robo.
Hecha la ley, hecha la trampa. En Argentina se dice que para
cada ley o norma existe un atajo o trampa. Siempre hay formas de sortear las
leyes para los que buscan lo suficiente.
J.Ortega y Gasset opinó con certeza que “Si se quiere
penetrar en los secretos de un país, conviene fijarse en las palabras de su
idioma que no se pueden traducir, sobre todo cuando significan modos de ser”.
No se trata de decir que en la vida son todos vivos o
zonzos. Pero sí que el que usurpa o “cacha”, en el momento que lo
realiza se siente “vivo” frente al que es usurpado o “cachado”.
Es decir, “los sobra
en viveza”.
Esta frase sirve para valorar un
aspecto esencial de la vida argentina de ayer y de hoy: El vivo es bien visto
por el consenso general. Y hasta admirado. En cambio es visualizado como tonto,
idiota o tarado, en el sentido clínico de la palabra, el hombre que no
aprovecha la oportunidad o la ocasión para sacar provecho – sacar ventaja.
Esta particularidad ha provocado
en el vocabulario argentino un perfil que fija algunos rasgos en el
inconsciente colectivo: La Argentina es
el país que más sinónimos tiene de los vocablos vivo y zonzo con sus
variaciones. Comparado con nuestro léxico, el Diccionario de la Academia
queda esquematizado y limitado.
Se puede registrar esta cantidad
de vocablos que no se agota en su enumeración y tampoco quiere ser definitiva.
A vivo corresponde:
- Vivanco
- Pierna
- Madrugador
- Buitre
- Entrador
- Rompedor
- Sobrador
- Caradura
- Piola
- Cararrota
- Pirata
- Mandarina
- Banana
- Rana
- Canchero
- Púa
- Cargador
- Avivato
- Vantajita
- Cachador
A zonzo corresponde:
- Punto
- Croto
- Gil
- Bolsón
- Estúpido
- Imbécil
- Tarúpido
- Tarado
- Tara
- Caído
del catre
- Pescado
- Papa
frita
- Pavo
- Pavote
- Gilastro
- Gilastrún
- Grasa
- Otario
- Animal
- Bestia
- Infelíz
- Desgraciado
- Poligriyo
- Pipiolo
- Chuchi
- Cartonazo
- Opa
- Chambón
- Chaucha
- Pastenaca
- Melón
- Melonazo
- Muerto
de frío
- Salame
- Pajarón
- Chorlito
- Zapallo
- Boludo
- Pelotudo
- Chichipio
- Abombado
- Chitrulo
- Chabón
- Abribocas
- Papanatas
- Zanahoria
Varios derivados de viveza son también las frases:
- “A
ver si te avivás”
- “Se
anda avivando”
- “Está
hecho un vivo”
De esta actitud surge una nueva
escala de valores que tiene como eje central
“la viveza criolla”.
A través de la “viveza criolla”
se van fundando otros valores menores que se nutren y se vitalizan del valor
absoluto o valor eje.
Esta nueva escala de valores domina casi en
absoluto toda la sociedad argentina. La
define. Es la medida para clasificar los hombres y las cosas. Estructura la
sociedad política y social.
El ideal del hombre argentino de hoy, y sobre todo del joven, es único
e inconfundible: Ser vivo.
- “Madrugar
antes que te madruguen”
Desde la casa se le susurra:
“¡No seas tonto!”, “¡Avivate!”
Casi no tiene otra alternativa que vivir dentro de la moral en boga con
sus principios inamovibles:
- “Total,
si no robo yo, robará otro”
- “Roban
pero dan”
El mejor modo de radiografiar al
vivo es ubicarlo en la conveniencia social. Porque allí es donde se juega en su
totalidad. Para ser lo que es. La conveniencia social permite trascenderlo de afuera
adentro. De la piel hacia el alma. Su nombre lo define con mucha exactitud. El
“ser vivo” indica algo así como vivir dos veces el acto o el gesto que se
expresa. Es decir “los sobra”. El vocablo “vivo” no tiene aquí ninguna relación
con pícaro. Ni tampoco con listo. Estos están ajustados dentro de la moral. Por
el contrario el vivo es un inmoral. Por
eso siempre oculta o desdibuja su acción. Aquí nos importa el vivo por dentro
para ver qué resortes lo mueven y lo tironean.
Él siempre llevará su alma
taponada para que no se vean sus propósitos secretos. Actuará siempre detrás de
su caparazón social. El vivo pertenece a un tipo social que habita todas las
categorías sociales. Vivo suele ser el funcionario, el político o un simple
ciudadano. En la jerarquía económica la viveza da dividendos. En la política,
privilegio y acomodo.
Cada vez que el vivo relata o
dice algo, sus expresiones verbales tienen como tema la afirmación de sí mismo.
Su vocabulario ha creado un dialecto cuyo léxico desborda en superioridad:
- “Te
lo digo yo”
- “Pero
pibe, me lo vas a decir a mí”
- “Este
país solo nosotros lo podemos gobernar”
- “Para
hablar conmigo primero que vaya a estudiar un poco”
- “Si
te lo digo yo es así”
- “Si
yo te lo digo, ponéle la firma”
- “Lo
que dicen los demás son todas mentiras”
El “vivo” es un ser ficticio que
escapa a lo real y natural. Toda
circunstancia exterior, gente, hecho o conducta que ponga en duda su persona
provocará una violenta reacción en su interior. Se irrita.
El “vivo” finge su capacidad y
competencia como un estímulo para elevar su tono psicológico disminuido.
Necesita un acto, un gesto, “una expresión de viveza” para conservar su
autoestima.
Sus terminologías abundan en alusiones que reflejan esto:
- “A
mí nadie me gana de mano”
- “A
mí, cancha es lo que me sobra”
En sus escaramuzas verbales atribuye al adversario una inferioridad
imaginaria, que con términos peyorativos trata de reservarse su “superioridad”.
- “A
mí nadie me pone la tapa”
- “Hay
que avivarse antes que te ganen de mano”
La superioridad no reside en el
vivo en la capacidad natural, sino en “la viveza”. La “viveza” da carta de
ciudadanía y legaliza lo que venga.
- “Yo
puedo ser tu padre”
- “Pobre
de vos pibe”
- “Aquí
gobernamos siempre nosotros”
- “A
mí nadie me va a madrugar”
El “vivo”, no obstante, está
siempre a la defensiva, temeroso de trastabillar y ser desenmascarado. Por eso
en su conducta social es desconfiado. Su figura y expresiones están finamente
estudiadas con ademán defensivo. Los culpables del mal son los demás.
El gran mal de un pueblo es
cuando sus gobernantes sustituyen los valores éticos reales por su “viveza”.
Aunque parezca increíble. Moral por viveza. La desconfianza, la indiferencia y
el escepticismo argentino, le deben mucho
a esta “forma de ser”. Un Estado
gobernado generalmente por “vivos” que se ha comportado como un padre
prostituido, que exige moralidad y respeto a sus hijos.
Empecemos de nuevo, con la
experiencia y conceptos dignos de pensadores que nos antecedieron, y cuando
volvamos a votar que sea por la capacidad y honestidad… y no para “pasarnos de
vivos”.
Guillermo R. Pinotti
No hay comentarios:
Publicar un comentario