PÁNICO
La moderna definición del Trastorno
de Pánico fue publicada en 1980 luego del trabajo de Donald Klein quien al
final de los años cincuenta describió las diferentes reacciones de las drogas
en distintos estados de ansiedad.
Mucho antes Freud relató ataques espontáneos de ansiedad que
provocaban vértigo, palpitaciones, sensación de ahogo, temblores y
sudoración. También describió algunos
signos incluidos en la actual definición de pánico, ataques nocturnos, ansiedad
anticipatoria, pensamientos de muerte.
El temor o miedo se refiere
siempre a algo concreto, por ejemplo la actitud de una persona ante un perro
amenazante. En la ansiedad el objeto
temido o que da inseguridad es siempre algo vago y mal definido, muchas veces
simbólico o imaginario y en desproporción a la reacción emotiva que
provoca. La intensidad de la ansiedad
tiene muchos grados que van desde inquietudes menores, hasta temblores
notables, e incluso pánico completo, la forma más intensa de ansiedad.
El Trastorno de Pánico es
una situación inesperada, displacentera, de incomodidad, penosa y desesperante
que puede desencadenar síntomas como: respiración entrecortada, palpitaciones,
ahogo, náuseas o malestar abdominal, sensaciones de "hormigueo", ráfagas
de calor o escalofríos, dolor o malestar en el tórax, "presentir que se va
a perder el control o temor de morir.
El trastorno de Pánico puede presentarse simplemente como fue
descripto o también acompañado con agorafobia,
que es la inseguridad de sentirse bien en lugares o situaciones, en los que no
pueda haber ayuda en caso de una crisis de pánico. Como resultado de esta inseguridad la persona
restringe sus viajes, o necesita un acompañante cuando se aleja de su
casa. Tienen dificultad para estar fuera
de casa, estar en una multitud o formando fila, viajar en autobús, ferrocarril,
automóvil etc.
Para los griegos de la antigüedad, Pan era el dios de los pastores y sus rebaños, asechaba en el
bosque asustando a los viajeros con fuertes gritos y aullidos provocándoles
terror.
Pan: Dios de
los rebaños y los pastores, su culto se extendió a toda Grecia. Tenía cuernos y
pies de cabra y el cuerpo cubierto de vello. Se le representa llevando en la
mano una flauta o caramillo de los pastores, cuya invención se le atribuye.
Pan amaba a una Ninfa, quien se aterrorizó al conocer esta
circunstancia seguramente por la fealdad de Pan.
Pausanio, alrededor del siglo I de nuestra era, relata que un ejército Galo
fue aterrorizado una noche en Delfi por el dios Pan.
Este mito y los relatos de la época sugieren que las experiencias que
hoy conocemos como pánico también eran vividas en la antigüedad.
Casi 600 años ante, Safo
escribió: "No podía articular palabra, mi lengua se sentía rígida y bajo
mi piel ardía el fuego, mis ojos se cegaron, mis oídos zumbaban y el sudor bañó
mi cuerpo. Me torné pálido como hierba en la sequía y en un momento me sentí
morir".
Horas antes de su decapitación en la Torre de Londres el 6 de julio de
1535, Sir Tomás Moro escribió "La agonía de Cristo", un análisis del
profundo pesar experimentado por Jesús de Nazaret en el huerto Getsemaní.
La Conferencia Episcopal de España comenta este episodio de los
Evangelios, "Los sentimientos de tristeza alcanzan en Jesús una intensidad particular en el momento de
Getsemaní". Leemos "Tomando
consigo a Pedro, a Santiago y a Juan comenzó a sentir temor y angustia, y les
decía: Triste está mi alma hasta la muerte" (Mc 14, 33 - 34 9.
En Lucas leemos "Lleno de
angustia oraba con más insistencia, y sudó como gruesas gotas de sangre, que
corrían hasta la tierra" (Lc 22, 24). Un hecho de orden psico - físico que
atestigua a su vez, la realidad humana de Jesús.
El fenómeno de sudoración de sangre es una situación clínica muy rara.
El Dr. Holoubeck de la Escuela de Medicina de Louisiana, señala que luego de
una profunda investigación solo se encontraron setenta y seis casos en la
literatura.
Otras personalidades a lo largo de la historia han sido víctimas del
trastorno de pánico: Charles Darwin
autor del "Origen de las Especies".
El pánico ha estado asociado al hombre, los reyes, los conquistadores
y también las masas cuando tuvieron oscuros temores en la figura del cometa Halley asociando su peregrinar con el
"fin del mundo".
Los efectos de los Trastornos de Ansiedad causan en la
actualidad deterioro social y laboral significativos. Muchas personas ocultan el trastorno hasta
que los síntomas son muy severos. Los mejores resultados se obtienen combinando
el tratamiento farmacológico asociado a psicoterapia. Las terapias grupales y
grupos de auto - ayuda son alternativas que deben ser analizadas cuidadosamente
de acuerdo a las características y severidad de los síntomas del paciente.
El enfoque terapéutico debe ser siempre evaluado por el equipo médico
- psicológico tratante, siendo de importancia respetar las pautas de
tratamiento que los profesionales indiquen. Deberá medirse el progreso general,
más que tratar de evaluar los cambios que se produzcan día a día. Los pacientes
mejoran en tiempos y proporciones diferentes.
Guillermo R, Pinotti
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